¿A quién heredo: al que puede solo o al que siempre ayudo?
- ANEFIN

- 12 oct
- 3 Min. de lectura
La importancia del testamento desde una perspectiva humana y financiera
En ANEFIN creemos que hablar de dinero no es solo cuestión de números, sino de valores, emociones y relaciones. Y hay un tema que, aunque incómodo, es inevitable si queremos actuar con responsabilidad: el testamento.
Muchos creen que pensar en testamentos es solo para personas mayores, con grandes fortunas o propiedades. Otros dicen “cuando me muera, que se peleen” o “yo no tengo nada, no importa”. Pero la realidad es otra: nadie tiene la vida asegurada y, aunque cueste aceptarlo, todos tenemos algo que amamos y hemos construido con esfuerzo — desde una casa hasta una joya, un libro especial, una mascota o simplemente nuestra tranquilidad familiar.
En mi experiencia acompañando personas desde el ámbito financiero, he escuchado de todo:
“A quien quiera azul celeste que le cueste”.
“Cuando me muera ahí que se arreglen, total yo no voy a estar”.
“Yo tengo poco, me lo voy a gastar todo”.
Pero también he visto familias desgarrarse por conflictos que pudieron evitarse con un simple documento. Un testamento no garantiza que no habrá desacuerdos, pero sí deja clara nuestra voluntad y evita que las decisiones se tomen sin nuestro consentimiento.
Pensar en la herencia es pensar en quienes queremos proteger
Antes yo misma pensaba que, por ser joven y no tener hijos, no importaba quién se quedara con mis cosas. Hasta que reflexioné: ¿y si lo que yo dejé termina en manos de la persona menos indicada? ¿O de alguien que nunca me apoyó? ¿O, peor aún, de alguien que no sabe valorar lo que tanto me costó construir?
El testamento es precisamente para eso: plasmar nuestros últimos deseos con claridad.
Desde esa bolsa que tanto amaste hasta esa mascota que necesita cuidado, todo puede y debe quedar encargado y asegurado. No se trata de tener millones, se trata de cuidar lo que es importante para ti y proteger a quienes amas.
Mérito vs. necesidad: una reflexión necesaria
En México es muy común que los padres, al repartir bienes, piensen en “dar más al que menos tiene” o en privilegiar al hijo varón sobre las hijas. Pero vale la pena detenerse a reflexionar:
¿Quién realmente ha sido responsable y agradecido?
¿Quién ha demostrado cuidar lo que se le confía?
¿Quién, más allá de necesitarlo, lo merece?
Porque heredar no es solo dar, es también reconocer y premiar el esfuerzo, el cariño y la lealtad.
Un testimonio que nunca olvido
Hace años, cuando trabajaba en un hospital, llegó un señor con quemaduras severas. Creyendo que moriría, repartió sus bienes entre sus hijos. Contra todo pronóstico, sobrevivió. Y mientras él mejoraba, su familia desaparecía. Cuando llegó el día de su alta médica, nadie fue por él. El hospital tuvo que notificar al Ministerio Público por abandono.
Esta experiencia me marcó profundamente y me enseñó algo: cuando hay dinero de por medio, la gente puede cambiar.
La muerte también necesita inversión
Así como invertimos en salud, educación o negocios, también debemos invertir en dejar nuestra vida en orden para cuando ya no estemos. Una asesoría legal y un testamento bien hecho son pequeños actos de previsión que significan un mundo para quienes se quedan.
En ANEFIN promovemos la educación financiera con un enfoque humano porque creemos que la verdadera riqueza es dejar paz, no problemas. Pensar en el testamento no es pesimismo, es amor y responsabilidad.
Hoy te invito a hacer una pausa y reflexionar:
¿Qué tengo?
¿Quién quiero que lo tenga?
¿Qué valores quiero que mi herencia transmita?
Y, sobre todo, te invito a actuar: busca asesoría profesional, prepara tu testamento y deja tus asuntos en orden. Porque no solo se trata de repartir bienes; se trata de cuidar tu legado y a quienes amas.
✅ En ANEFIN podemos orientarte para organizar tus finanzas y planear con responsabilidad tu futuro y el de tu familia.




Comentarios